En el ranking de ventas de música, el cd de los chicos del elenco de Casi Ángeles se encuentra primero desde hace varias semanas consecutivas; y promete seguir siendo líder.Casi Ángeles es la exitosa tira juvenil producida por Cris Morena. Y todo lo que se desprende de la historia también logra adeptos.
El disco de Teen Angels no es la excepción y causa furor entre los fans de la tira. Por cuarta semana consecutiva se encuentra en el primer puesto de ventas y promete seguir rompiendo el record.
martes, 2 de junio de 2009
Vale Más
Aguardaron unos minutos más en aquella playa, a los besos, dejándose querer. Y a las siete menos cuarto, se hicieron presentes en aquella habitación, donde Eugenia esperaba impaciente. Abrieron despacio la puerta y cuando ella fijo su vista en Mariana y Pedro, corrió a abrazarlos. Beso reiteradas veces la mejilla de cada uno de ellos e insistió con si estaban bien o si necesitaban algo. Lali temblaba cada dos segundos y estornudaba varias veces, todo era provocado por el frio que tomo en estos 45 minutos de charla con Pedro. Se dirigieron al cuarto del último, donde Mariana se acostó en una cama y Eugenia se recostó a su lado, para hacerle compañía. La rubia comenzó a llorar en silencio, con cortas lágrimas que bajaban suavemente de sus ojos y...
empapaban sus cachetes. Mariana no lo notó, intentaba cerrar sus ojos y no abrirlos por un buen rato, necesitaba descansar. No se volteó en ningún momento, por lo que Eugenia supuso que ya había caído en uno de aquellos sueños, se dio media vuelta, sin importarle aquellas lagrimas y se acerco hasta Pedro, quien con unos movimientos, la rodeo con sus brazos y besó su frente. No pudo hacer más que sonreírle y notar como su amiga, que todavía contaba con aquellas lagrimas en sus ojos, le devolvía el gesto. Pero no, supuso mal. Mariana no estaba durmiendo, se sentó en aquella cama como pudo, con una mirada de no saber que pasaba, de no entender absolutamente nada. El corazón de la rubia se congeló, envolvió su mano izquierda con la derecha y las acerco al medio de su pecho, respiraba bajo, con miedo. Estaba insegura de lo que pensaba, no sabia si era cierto, tal vez si, tal vez no. Tal vez se estaba equivocando y su amiga no volvería a cometer el mismo acto ni otro similar que al de esta madrugada, pero tal vez si, y estaba demasiado nerviosa como para ser ella quien la parara esta vez. No quiso girar para ver la cara de Pedro, seguía con miedo. Pero en ese entonces, Lali se paró de aquella cama y se acerco a ellos, su cara se transformo instantáneamente y acorto la distancia para besar ella, la frente de su amiga.
- Te amo demasiado – Expreso tomándola de las manos- Y perdón por todo.
- ¿Perdón? ¿Perdón porque? – Consulto Eugenia frunciendo el ceño-
- Por todo, a veces siento como que no te agradecí nunca todo lo que hiciste por mí, y te lo vengo a agradecer cuando estás en peligro. Te juro que yo intento hacer las cosas bien y devolverte de la misma manera todo lo que hacer por mí, pero no puedo. Lamentablemente no salí como vos, y odio no haber salido. Vos sos tan única amiga, siempre estás, siempre me contenes, siempre tenés las palabras justas para calmarme y yo no. Nunca estuve con vos, nunca hice lo mismo que haces vos. Siempre estoy a tu lado, pero siento como que no vale de nada que esté, porque mi presencia no es tan única como la tuya. Cuando vos estás mal, yo lo único que hago es ponerme triste también, pero nunca tengo las palabras para apoyarte. Perdón amiga, perdón.
María Eugenia la miro, sus ojos tomaban un brillo especial, que nunca lo habían tenido, excepto el 24 de agosto del 2006. Pero eso no iba al caso, se hundió en un mar de lágrimas provenientes de sus ojos y quedó en silencio por unos minutos. Pensó una y otra vez aquellas palabras tan sinceras de su mejor amiga y levantó su mirada. Esbozó una enorme sonrisa, esa sonrisa que solo ella podía hacer, aquella sonrisa tan única. Humedeció sus labios y respiró profundo.
- Tu presencia vale más que mil palabras. Y te puedo asegurar que me haces mejor de lo que pensas amiga.
Sellaron aquellas palabras tan sinceras con un tibio abrazo. Pedro miraba aquella situación con ternura, sus ojos se humedecieron lentamente, pero se contuvo, no dejo que ninguna lágrima recorriera su rostro. Y cuando las dos chicas se separaron, se acerco a ellas.
- Su amistad, vale más que cualquier cosa. – Expreso el castaño entre un suspiro-
Y era así. Ellas juntas, valían más que diez mil amigos, pero por separadas no valían. Eugenia no era ella sin Mariana, y sin Eugenia, Mariana estaba totalmente perdida. Juntas, con el corazón unido, lograban cosas que ni diez mil obreros podían hacer. Pero juntas, totalmente juntas.
”Ella es parte de mi, ella sufre por mi, ella ríe cuando estoy feliz. Ella es mi mitad, me acompaña a soñar, soy más fuerte y me alegro cuando ella esta”
Se recostó para seguir durmiendo, y ahora si, poder descansar en paz. Ya todo estaba arreglado, no había confusiones y eso la hacia feliz. Y se durmió por fin, perdida en aquellos pensamientos. Eugenia y Pedro, aquellos eran sus pensamientos. En cambio, él se encontraba en aquella cabaña que quedaba aproximadamente, a siete cuadras. Allá adentro se encontraba jugando a la play junto a Agustín. Y por dentro escondía tanta felicidad.
Y al rato, casi las nueve y veinte de la mañana, Rocío y Gastón, quienes también dormían en aquella cabaña, despertaron. El rubio se unió a aquel juego, y juntos, los tres, comenzaron a hacer aquella competencia de carrera de autos. Rochi observaba todo con detención, nunca los había visto tan felices, tan unidos. Se dirigió lentamente a lo de Euge y al entrar le hizo compañía en aquel desayuno que recién estaba empezando, de forma solitaria. Al terminar aquella charla de amigas que habían tenido, en la que hablaron de mil temas distintos, Lali se hizo presente en aquella cocina, saludando a Rocío con un fuerte abrazo. Y una amistad así, vale más que un millón de cosas sin valor alguno.
empapaban sus cachetes. Mariana no lo notó, intentaba cerrar sus ojos y no abrirlos por un buen rato, necesitaba descansar. No se volteó en ningún momento, por lo que Eugenia supuso que ya había caído en uno de aquellos sueños, se dio media vuelta, sin importarle aquellas lagrimas y se acerco hasta Pedro, quien con unos movimientos, la rodeo con sus brazos y besó su frente. No pudo hacer más que sonreírle y notar como su amiga, que todavía contaba con aquellas lagrimas en sus ojos, le devolvía el gesto. Pero no, supuso mal. Mariana no estaba durmiendo, se sentó en aquella cama como pudo, con una mirada de no saber que pasaba, de no entender absolutamente nada. El corazón de la rubia se congeló, envolvió su mano izquierda con la derecha y las acerco al medio de su pecho, respiraba bajo, con miedo. Estaba insegura de lo que pensaba, no sabia si era cierto, tal vez si, tal vez no. Tal vez se estaba equivocando y su amiga no volvería a cometer el mismo acto ni otro similar que al de esta madrugada, pero tal vez si, y estaba demasiado nerviosa como para ser ella quien la parara esta vez. No quiso girar para ver la cara de Pedro, seguía con miedo. Pero en ese entonces, Lali se paró de aquella cama y se acerco a ellos, su cara se transformo instantáneamente y acorto la distancia para besar ella, la frente de su amiga.
- Te amo demasiado – Expreso tomándola de las manos- Y perdón por todo.
- ¿Perdón? ¿Perdón porque? – Consulto Eugenia frunciendo el ceño-
- Por todo, a veces siento como que no te agradecí nunca todo lo que hiciste por mí, y te lo vengo a agradecer cuando estás en peligro. Te juro que yo intento hacer las cosas bien y devolverte de la misma manera todo lo que hacer por mí, pero no puedo. Lamentablemente no salí como vos, y odio no haber salido. Vos sos tan única amiga, siempre estás, siempre me contenes, siempre tenés las palabras justas para calmarme y yo no. Nunca estuve con vos, nunca hice lo mismo que haces vos. Siempre estoy a tu lado, pero siento como que no vale de nada que esté, porque mi presencia no es tan única como la tuya. Cuando vos estás mal, yo lo único que hago es ponerme triste también, pero nunca tengo las palabras para apoyarte. Perdón amiga, perdón.
María Eugenia la miro, sus ojos tomaban un brillo especial, que nunca lo habían tenido, excepto el 24 de agosto del 2006. Pero eso no iba al caso, se hundió en un mar de lágrimas provenientes de sus ojos y quedó en silencio por unos minutos. Pensó una y otra vez aquellas palabras tan sinceras de su mejor amiga y levantó su mirada. Esbozó una enorme sonrisa, esa sonrisa que solo ella podía hacer, aquella sonrisa tan única. Humedeció sus labios y respiró profundo.
- Tu presencia vale más que mil palabras. Y te puedo asegurar que me haces mejor de lo que pensas amiga.
Sellaron aquellas palabras tan sinceras con un tibio abrazo. Pedro miraba aquella situación con ternura, sus ojos se humedecieron lentamente, pero se contuvo, no dejo que ninguna lágrima recorriera su rostro. Y cuando las dos chicas se separaron, se acerco a ellas.
- Su amistad, vale más que cualquier cosa. – Expreso el castaño entre un suspiro-
Y era así. Ellas juntas, valían más que diez mil amigos, pero por separadas no valían. Eugenia no era ella sin Mariana, y sin Eugenia, Mariana estaba totalmente perdida. Juntas, con el corazón unido, lograban cosas que ni diez mil obreros podían hacer. Pero juntas, totalmente juntas.
”Ella es parte de mi, ella sufre por mi, ella ríe cuando estoy feliz. Ella es mi mitad, me acompaña a soñar, soy más fuerte y me alegro cuando ella esta”
Se recostó para seguir durmiendo, y ahora si, poder descansar en paz. Ya todo estaba arreglado, no había confusiones y eso la hacia feliz. Y se durmió por fin, perdida en aquellos pensamientos. Eugenia y Pedro, aquellos eran sus pensamientos. En cambio, él se encontraba en aquella cabaña que quedaba aproximadamente, a siete cuadras. Allá adentro se encontraba jugando a la play junto a Agustín. Y por dentro escondía tanta felicidad.
Y al rato, casi las nueve y veinte de la mañana, Rocío y Gastón, quienes también dormían en aquella cabaña, despertaron. El rubio se unió a aquel juego, y juntos, los tres, comenzaron a hacer aquella competencia de carrera de autos. Rochi observaba todo con detención, nunca los había visto tan felices, tan unidos. Se dirigió lentamente a lo de Euge y al entrar le hizo compañía en aquel desayuno que recién estaba empezando, de forma solitaria. Al terminar aquella charla de amigas que habían tenido, en la que hablaron de mil temas distintos, Lali se hizo presente en aquella cocina, saludando a Rocío con un fuerte abrazo. Y una amistad así, vale más que un millón de cosas sin valor alguno.
lunes, 1 de junio de 2009
Duro de domar competira con Casi Angeles
Como duro de domar fracaso al mediodia
el trece decidio pasarlo a las 19hs
¿Vos lo vas a ver?
el trece decidio pasarlo a las 19hs
¿Vos lo vas a ver?
domingo, 31 de mayo de 2009
Mañana En Casi Angeles
Juan Cruz tortura telepáticamente a Luca, haciéndolo sentir culpable de la ceguera de Rama. Simón convence a la Dra. Neurosis de hacer terapia por teléfono, sin aún darse cuenta de que Sol y ella son la misma persona.
Camilo y Paz vuelven del hospital y dicen que Rama ha quedado ciego de por vida, aunque todavía no se lo han dicho a él. Todos los chicos se angustian mucho y culpan a Luca y Pedro.Pedro y Luca, por separado, intentan vengarse por lo ocurrido con Rama. Pedro termina prisionero y Luca está a punto de caer en una trampa de JC.Camilo le da la terrible noticia a Rama, quien se angustia terriblemente. Todos intentan contenerlo pero él se deprime y pide que lo dejen solo.
Camilo y Paz vuelven del hospital y dicen que Rama ha quedado ciego de por vida, aunque todavía no se lo han dicho a él. Todos los chicos se angustian mucho y culpan a Luca y Pedro.Pedro y Luca, por separado, intentan vengarse por lo ocurrido con Rama. Pedro termina prisionero y Luca está a punto de caer en una trampa de JC.Camilo le da la terrible noticia a Rama, quien se angustia terriblemente. Todos intentan contenerlo pero él se deprime y pide que lo dejen solo.
Problemas En La Produccion De Casi Angeles
La Asociación Argentina de Actores (AAA) emitió un co- municado en el que informa que envió una carta documen- to al represen- tante de la producción de Casi ángeles (Cris Morena Group y RGB Entertainment)
para reclamar el cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo que rige la actividad y que fue acordado entre la AAA y las cámaras que agrupan a los empresarios televisivos, la Asociación de Telerradiodifusoras de la Argentina (ATA) y la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (Capit)...
El motivo del envío de esa carta es que, a pesar de que la entidad gremial advirtió a las productoras de la tira juvenil que no se debía incluir publicidad no tradicional (PNT) dentro de los programas de ficción, debido a que el 30 de abril venció el plazo para llegar a un acuerdo sobre este tema entre el gremio y las cámaras empresariales, en el programa se sigue realizando dicha práctica.
para reclamar el cumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo que rige la actividad y que fue acordado entre la AAA y las cámaras que agrupan a los empresarios televisivos, la Asociación de Telerradiodifusoras de la Argentina (ATA) y la Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión (Capit)...
El motivo del envío de esa carta es que, a pesar de que la entidad gremial advirtió a las productoras de la tira juvenil que no se debía incluir publicidad no tradicional (PNT) dentro de los programas de ficción, debido a que el 30 de abril venció el plazo para llegar a un acuerdo sobre este tema entre el gremio y las cámaras empresariales, en el programa se sigue realizando dicha práctica.
sábado, 30 de mayo de 2009
Capitulo 13-Los adolecentes-Me mataste!
Hoy la pongo xq hasta el lunes a las 10pm.no estoi bso gracias x vicitar el blog . .Y volvieron a llorar en compañía, se abrazaban a si mismos, se amaban en silencio. Las seis de la mañana indicaba el celular de Piter, y un nuevo mensaje le estaba llegando. Abrió su teléfono lentamente, y aprovecho a que Mariana cerró sus ojos para leerlo. Quería cuidarla, quería que ella se dejara amar.
Tienes un nuevo mensaje de Euge(L)
“Decime por favor que están bien los dos, no puedo verlos así. Arréglense, bésense, hagan aquello que les hace feliz a los dos. Los amo y me muero si les pasa algo. ”
- ¿Estás mejor, linda? – Preguntó el castaño, acariciando la cara de la chica-
- Si, estoy bárbara. Gracias Pedro, enserio. – Agradeció nuevamente Lali, mirándolo firmemente-
- No me tenés que agradecer nada. – Sentenció sin mirarla a la cara, dirigiendo su vista al mar-
- ¿Cómo es eso de que ya te mate? – Pedro rápidamente se dio vuelta- ¿Me podes contar?
- ¿Segura que queres saberlo?
- Segurísima.
- Me mataste desde el momento que me acerque a vos y tus pelos volaban junto al viento, me mataste cuando me sonreíste por primera vez, me mataste cuando me pediste que te abrazara, me mataste en ese abrazo, me mataste cada vez que me miraste, me mataste en esos besos, cada vez que me miras a los ojos me estás matando Lali. – Una lagrima cayó del ojo izquierdo de Mariana, y en segundos, ya no estaba más- Dejame estar con vos, dejame cuidarte, dejame quererte.
Se quedó muda, no había palabras para describir semejante ternura. Solo lo miro, lo miro por un rato y recordó en su cabeza aquellos me mataste . Él era quien la estaba matando de dolor, y más ahora, que no quería reconocer que estuvo a punto de matarlo. Pero fue de verdad, casi lo hizo. Pero a él no le importaba, él solo quería estar cerca de ella, y aunque no lo dijera, a ella le hacia bien. El chico se notaba insistente solo con la mirada, esperando respuesta alguna de parte de ella, pero no podía responder, le dolía el alma, y cada vez que esto le pasaba las palabras no le salían. Volvió a ver su cara nuevamente y noto que debía comunicarle de alguna manera que la acababa de matar con esas palabras. Y después de prepararse mentalmente se acerco a él y lo tomo delicadamente de la cara, acorto aquella distancia y unió sus labios junto a los de él. Los mismos jugaban entre si, se movían con pasión, se buscaban. Las manos de Lali se iban corriendo lentamente hasta el pelo de Pedro, agarrándolo con firmeza y sin soltar ni un solo mechón. Luego de unos segundos de quedarse ambos sin aire, separaron sus labios y bajaron la mirada. Mariana dio medio giro y comenzó a caminar hacia el otro lado, sin emitir sonido, lentamente se iba alejando. En efecto, cuando Piter reaccionó, corrió hasta alcanzarla, y agarrándola del brazo la interrogó.
- Espera. ¿Qué haces? ¿A dónde vas? ¿Por qué lloras ahora?
- No se, te juro que no se que hago. Quiero estar con vos, te veo y me pierdo en tus ojos, en tus labios y me dan ganas de correr a besarte infinitas veces. No se que me pasa, si me gustas, si te tengo ganas, si me estoy enamorando, no se. – Los ojos de Pedro se iluminaron rápidamente- Pero no puedo, no puedo estar con vos sabiendo que puedo llegar a matarte, es más fuerte que yo.
- ¿Otra vez con lo mismo Lali? – Protesto negando reiteradas veces con su cabeza-
- Es que no lo entendés, ¿no te preocupa que corres peligro? No podemos estar juntos, mira si me descontrolo otra vez e intento matarte, ¿no te preocupa tu vida? – Consulto al levantar su mirada y mirarlo nuevamente a los ojos-
- Si que me preocupa, por eso, quiero vivir el presente, no me importa si mañana me voy a morir, y con más razón, si mañana lo hago, quiero disfrutar el hoy. Quiero poder besarte cuantas veces quieras y que vos también lo hagas sin pedirme perdón, quiero disfrutar mi vida, y hoy elijo disfrutarla con vos. – Se desahogó, llevando la mano de Mariana hacia su corazón-
- ¿Te dije que sos increíble? – Él asintió- Bueno, te lo vuelvo a decir. Sos increíble – Repitió remarcando cada letra- Y todavía no entiendo como podes hacer para calmarme tan fácilmente, sos como Eugenia, con la diferencia que no llego a conocerte ni hace una semana, y a ella años. No entiendo la vida a veces, te juro que no la entiendo. – Medito casi en silencio la morocha-
- Es fácil de entender, estamos hechos el uno para el otro, es así. No le des más vuelta, disfruta lo que queres disfrutar. Pensa por lo menos un minuto en vos, sin pensar que vas a lastimar a alguien. – Rogo Juan Pedro, acercándose cada vez mas-
- Yo pienso en mí también, es por eso Pedro, no la compliques. A mi me duele estar al lado de alguien sin saber que le puedo hacer. ¿Entendés?
-No, yo se que es difícil Lali, pero ya esta, ya fue. No va a volver a pasar. No vas a andar toda tu vida prohibiéndote cosas por no saber que vas a hacer. Por favor, intenta planearte cosas, y si te cuesta o te duele, yo te ayudo. – Volvió a pedir con su corazón estrujado-
-¿Me vas a acompañar en todo? - Consulto suave, con una voz mas tierna de lo común-
-En todo, yo te prometo que no voy a dejar que nada te impida vivir el hoy. Te lo prometo – Repitió y beso su mejilla-
-Creo que no me van a alcanzar los gracias para todo lo que haces por mi.
-No me tenés que agradecer nada, ya te dije. – Recordó Pedro, jugando con el pelo de Mariana- ¿Ahora si? ¿Me vas a dejar quererte sin algún problema?
-Si, quiero que me quieras y que me dejes disfrutar junto a vos todos los días.
Y no hubo nada más que decir, unieron nuevamente sus bocas y volvieron a besarse. Solo una cosa más… ¡Me mataste!
Tienes un nuevo mensaje de Euge(L)
“Decime por favor que están bien los dos, no puedo verlos así. Arréglense, bésense, hagan aquello que les hace feliz a los dos. Los amo y me muero si les pasa algo. ”
- ¿Estás mejor, linda? – Preguntó el castaño, acariciando la cara de la chica-
- Si, estoy bárbara. Gracias Pedro, enserio. – Agradeció nuevamente Lali, mirándolo firmemente-
- No me tenés que agradecer nada. – Sentenció sin mirarla a la cara, dirigiendo su vista al mar-
- ¿Cómo es eso de que ya te mate? – Pedro rápidamente se dio vuelta- ¿Me podes contar?
- ¿Segura que queres saberlo?
- Segurísima.
- Me mataste desde el momento que me acerque a vos y tus pelos volaban junto al viento, me mataste cuando me sonreíste por primera vez, me mataste cuando me pediste que te abrazara, me mataste en ese abrazo, me mataste cada vez que me miraste, me mataste en esos besos, cada vez que me miras a los ojos me estás matando Lali. – Una lagrima cayó del ojo izquierdo de Mariana, y en segundos, ya no estaba más- Dejame estar con vos, dejame cuidarte, dejame quererte.
Se quedó muda, no había palabras para describir semejante ternura. Solo lo miro, lo miro por un rato y recordó en su cabeza aquellos me mataste . Él era quien la estaba matando de dolor, y más ahora, que no quería reconocer que estuvo a punto de matarlo. Pero fue de verdad, casi lo hizo. Pero a él no le importaba, él solo quería estar cerca de ella, y aunque no lo dijera, a ella le hacia bien. El chico se notaba insistente solo con la mirada, esperando respuesta alguna de parte de ella, pero no podía responder, le dolía el alma, y cada vez que esto le pasaba las palabras no le salían. Volvió a ver su cara nuevamente y noto que debía comunicarle de alguna manera que la acababa de matar con esas palabras. Y después de prepararse mentalmente se acerco a él y lo tomo delicadamente de la cara, acorto aquella distancia y unió sus labios junto a los de él. Los mismos jugaban entre si, se movían con pasión, se buscaban. Las manos de Lali se iban corriendo lentamente hasta el pelo de Pedro, agarrándolo con firmeza y sin soltar ni un solo mechón. Luego de unos segundos de quedarse ambos sin aire, separaron sus labios y bajaron la mirada. Mariana dio medio giro y comenzó a caminar hacia el otro lado, sin emitir sonido, lentamente se iba alejando. En efecto, cuando Piter reaccionó, corrió hasta alcanzarla, y agarrándola del brazo la interrogó.
- Espera. ¿Qué haces? ¿A dónde vas? ¿Por qué lloras ahora?
- No se, te juro que no se que hago. Quiero estar con vos, te veo y me pierdo en tus ojos, en tus labios y me dan ganas de correr a besarte infinitas veces. No se que me pasa, si me gustas, si te tengo ganas, si me estoy enamorando, no se. – Los ojos de Pedro se iluminaron rápidamente- Pero no puedo, no puedo estar con vos sabiendo que puedo llegar a matarte, es más fuerte que yo.
- ¿Otra vez con lo mismo Lali? – Protesto negando reiteradas veces con su cabeza-
- Es que no lo entendés, ¿no te preocupa que corres peligro? No podemos estar juntos, mira si me descontrolo otra vez e intento matarte, ¿no te preocupa tu vida? – Consulto al levantar su mirada y mirarlo nuevamente a los ojos-
- Si que me preocupa, por eso, quiero vivir el presente, no me importa si mañana me voy a morir, y con más razón, si mañana lo hago, quiero disfrutar el hoy. Quiero poder besarte cuantas veces quieras y que vos también lo hagas sin pedirme perdón, quiero disfrutar mi vida, y hoy elijo disfrutarla con vos. – Se desahogó, llevando la mano de Mariana hacia su corazón-
- ¿Te dije que sos increíble? – Él asintió- Bueno, te lo vuelvo a decir. Sos increíble – Repitió remarcando cada letra- Y todavía no entiendo como podes hacer para calmarme tan fácilmente, sos como Eugenia, con la diferencia que no llego a conocerte ni hace una semana, y a ella años. No entiendo la vida a veces, te juro que no la entiendo. – Medito casi en silencio la morocha-
- Es fácil de entender, estamos hechos el uno para el otro, es así. No le des más vuelta, disfruta lo que queres disfrutar. Pensa por lo menos un minuto en vos, sin pensar que vas a lastimar a alguien. – Rogo Juan Pedro, acercándose cada vez mas-
- Yo pienso en mí también, es por eso Pedro, no la compliques. A mi me duele estar al lado de alguien sin saber que le puedo hacer. ¿Entendés?
-No, yo se que es difícil Lali, pero ya esta, ya fue. No va a volver a pasar. No vas a andar toda tu vida prohibiéndote cosas por no saber que vas a hacer. Por favor, intenta planearte cosas, y si te cuesta o te duele, yo te ayudo. – Volvió a pedir con su corazón estrujado-
-¿Me vas a acompañar en todo? - Consulto suave, con una voz mas tierna de lo común-
-En todo, yo te prometo que no voy a dejar que nada te impida vivir el hoy. Te lo prometo – Repitió y beso su mejilla-
-Creo que no me van a alcanzar los gracias para todo lo que haces por mi.
-No me tenés que agradecer nada, ya te dije. – Recordó Pedro, jugando con el pelo de Mariana- ¿Ahora si? ¿Me vas a dejar quererte sin algún problema?
-Si, quiero que me quieras y que me dejes disfrutar junto a vos todos los días.
Y no hubo nada más que decir, unieron nuevamente sus bocas y volvieron a besarse. Solo una cosa más… ¡Me mataste!
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